La ropa en sí misma puede representar un riesgo para la salud humana derivado de su contacto con la piel. Así lo ha puesto de manifiesto un grupo de investigadores de la URV, que han analizado la composición de casi 150 prendas adquiridas en diferentes tiendas de Tarragona y Reus, desde supermercados hasta establecimientos de ropa de marca. En su investigación han identificado algunas piezas que, a través de su contacto directo con la piel, podrían ser potencialmente peligrosas si la persona que las llevara lo hiciera de forma continuada. Este es el caso de la ropa de poliéster -el tejido que se utiliza en las camisetas deportivas, por ejemplo-, en la que se ha detectado una presencia de antimonio que, en algunos casos, está por encima de los límites permitidos. Los investigadores que han participado en este estudio son Joaquim Rovira, Martí Nadal, Josep Lluís Domingo y Marta Schuhmacher, del grupo de investigación TecnATox (Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica).
Para realizar el estudio utilizaron, en primer lugar, la espectometría de masas de acoplamiento inductivo, que les permitió aislar los componentes de la ropa e identificar qué metales contiene. Posteriormente, generaron sudor artificial para poder comprobar si los metales que hay en los tejidos se desprenden de la ropa en contacto con el sudor y si se impregnan en la piel del individuo en un proceso de migración. También utilizaron procedimientos que les permitieron detectar nanopartículas de plata y titanio en los tejidos a través del microscopio electrónico, y a partir de ahí evaluaron los riesgos que tienen para la salud humana la presencia de estos metales analizados.
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